- Alicia..., verás..., la persona que..., fui yo... – ella no podía dar crédito a lo que oía.
- ¿Tú? ¿Pero...? ¿Y...? No lo entiendo.
- Yo te observé en el baño, yo te cité en la Fuente del Ángel Caído. Quería hablar contigo a solas, sin nadie que nos molestara, sin testigos por el medio, pero siempre estás rodeada de gente y esto quiero que quede entre nosotros – se le notaba nervioso – Debo de confesarte algo..., estoy enamorado de ti..., sé que es una locura, que hace poco que estás aquí, que no es el momento oportuno, incluso que puede que tú y Raúl hayáis hablado de este tema alguna vez y me esté entrometiendo entre vosotros, pero no aguanto más, necesito que lo sepas, necesito que me digas si tengo alguna oportunidad contigo.
- Buff..., yo... no sé..., no sé que decir, esto no me lo esperaba..., y...