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ESPERANZA
“Sus lágrimas eran cristales
que se clavaban en las profundidades,
quería aliviar sus males
pero sólo conseguía ponerle retales.
Ante la gente, las falsas caricias,
en casa, eternas palizas,
y allí, acostada,
su mente volaba.
Al día siguiente,
creyéndose valiente,
la deja convaleciente.
quería aliviar sus males
pero sólo conseguía ponerle retales.
Ante la gente, las falsas caricias,
en casa, eternas palizas,
y allí, acostada,
su mente volaba.
Al día siguiente,
creyéndose valiente,
la deja convaleciente.
La mano alarga,
el teléfono alcanza,
aparece la voz de la esperanza.
Al llegar, la encuentro inconsciente.
Mírame, niña hermosa
quiero entregarte esta rosa.
De sus labios una sonrisa arranqué
aunque poco me alegré
pues de su corazón el daño nunca sacaré.
el teléfono alcanza,
aparece la voz de la esperanza.
Al llegar, la encuentro inconsciente.
Mírame, niña hermosa
quiero entregarte esta rosa.
De sus labios una sonrisa arranqué
aunque poco me alegré
pues de su corazón el daño nunca sacaré.
Autora: Raquel Sánchez García
2 comentarios:
doloroso poema, lástima que las palabras no puedan arreglar semejantes desastres. te dejo la url de mi blog por si quieres curiosearlo, es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com me gustaría recibir una crítica de una mujer con tablas en esto de la literatura. saludos
Gracias Alejandro por tu comentario y por tus palabras. Pasaré a hacerte esa visita.
Un saludo.
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