Páginas

Blog oficial de la escritora Raquel Sánchez García
"Escribir es mi vida y mientras exista una persona a la que mis letras le entretengan, pondré todo mi empeño en intentar convertirme, a través del papel, en un complemento de su felicidad" (Raquel Sánchez García)

"El mundo está lleno de puertas cerradas y nosotros nacimos para abrirlas todas" (Matilde Asensi)

Obras publicadas de Raquel Sánchez García

Obras publicadas de Raquel Sánchez García

Aviso

Traductor

Relatos Jamás Contados en tu idioma:
English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Menús

jueves, 19 de noviembre de 2009

Notas en la Memoria

Licencia: 
© Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de este texto, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de la autora. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Artículo 270 y siguientes del Código Penal).


Para resolver dudas sobre la licencia y realizar consultas o solicitar pedidos autografiados, contacte con la autora en: relatosjamascontados@gmail.com.

NOTAS EN LA MEMORIA

Viéndole allí sentado, en aquella silla de ruedas, no podía más que sentir nostalgia y pena. Parece mentira como pasan los años y nos vamos deteriorando poco a poco. Hacía pocas semanas que le habían detectado aquella maldita enfermedad, Alzheimer la llamaban y, en un período corto de tiempo, dejó de ser el hombre que fue.

Cuando era niña, solía sentarme en sus rodillas para que me contara historias, anécdotas por él vividas en sus años mozos. Resultaba fascinante escucharle hablar, aquella manera de narrar era única, describía los detalles de tal forma que te introducía en el sitio como si estuvieras allí mismo y sufrieras en tu piel los hechos que contaba.

jueves, 4 de junio de 2009

La Taquillera


Licencia: 
© Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de este texto, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de la autora. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Artículo 270 y siguientes del Código Penal).


Para resolver dudas sobre la licencia y realizar consultas o solicitar pedidos autografiados, contacte con la autora en: relatosjamascontados@gmail.com.

LA TAQUILLERA


Como cada día, Sara se dirigía a su puesto de trabajo como taquillera en el Museo del Ferrocarril.
Aún recordaba el primer día que empezó allí con cariño. Fue gracias a una publicación que había leído en el periódico, buscaban a alguien con carácter afable, risueño y capaz de interpretar personajes, si la ocasión lo requería. Su anterior trabajo como actriz le facilitaba el camino.

Las pruebas de la entrevista para el puesto habían sido un tanto duras, pues se habían presentado personas con muchas dotes y un gran nivel. Consistían en varios días de pruebas, haciendo diferentes representaciones de personajes de la época antigua que subían en aquellos trenes allí expuestos. A ella no le había tocado algo fácil, tenía que representar a una de las damas que acompañaba al Rey Alfonso XII, allá por el año 1880 en el día de la inauguración de la estación.

jueves, 14 de mayo de 2009

Cuestión de Química


Toni era un apasionado de la ciencia, le encantaba andar con “cacharros”, como él los llamaba, no sólo era informático, si no que, en cuanto a alguien de la familia o de los amigos se le estropeaba algún artilugio, se ponía manos a la obra para arreglarlo si estaba en su mano. Esta vez era el ordenador de su sobrino Iván, quería hacer unas cuantas ampliaciones y, de paso, una revisión general para que se lo pusiera a punto, empezaba a fallar.

Después de dejar a Paula y volver a casa, Raúl debía haberse acostado, pues cuando llegó estaba todo en silencio y las llaves de su coche colgadas en la entrada. Suponía que estaría cansado, llevaba cuatro noches mal durmiendo en aquel hospital. Era temprano para irse a dormir todavía, así que comió algo rápido y se encerró en la habitación, intentando no hacer ruido para ir revisando el PC de Iván. Mientras estaba trabajando, se acordó de la conversación que había tenido con Paula aquella tarde.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Presunto Culpable

– ¿Cuántas veces tengo que repetírselo? – decía Sergio.
– Hasta que me quede bien clarito. ¿Dónde estuvo la noche anterior? Y, ¿por qué atacó a aquella mujer? – chillaba el inspector López.

Una y otra vez Gonzalo López, el inspector de la comisaría de policía del distrito de Salamanca, situada muy próxima a la Biblioteca Nacional, preguntaba a Sergio para ver si cometía algún error en su versión. Más tarde, debería acudir al hospital, donde se encontraba Alicia, para tomarla declaración, pues hacía pocas horas que les habían avisado que ya había despertado y, anteriormente no pudieron interrogarla. Sergio estaba culpando a Alicia de lo ocurrido.

miércoles, 22 de abril de 2009

Incognitas

- Pero ¿tú qué haces aquí? ¿Cómo te has enterado? – preguntó Raúl al salir de la habitación.
- Y tú, ¿qué hacías ahí dentro? ¿No me están diciendo que sólo puede entrar la familia? Tú no eres familiar suyo, que yo sepa. 
- Cierto, no soy un familiar pero soy una persona autorizada, al igual que Paula, los dos que la hemos estado acompañando bajo autorización médica hasta que han podido llegar sus parientes – respondía Raúl un tanto agresivo – Pero sigues sin responderme, tú ¿qué haces aquí? 
- La llamé a su móvil y no respondía, por lo que, como tuve que viajar a Madrid, me acerqué a vuestra empresa, y allí me encontré con una chica nueva en recepción, que al preguntar por Paula y Alicia, me contó lo ocurrido – alegó Máximo. 
- Chicos, creo que deberíamos dejar que el doctor entrara a verla e irnos a otra parte a hablar de todo esto. No creo que sea el sitio adecuado para estar hablando, molestamos al resto de pacientes y a la propia Alicia – sugirió Toni. 
- Tiene razón este muchacho, si son tan amables, vayan a la sala de espera, en cuanto termine iré a hablar con ustedes – sugirió el doctor. 

martes, 14 de abril de 2009

Una tarde en el Museo


Debía de escribir otro nuevo relato, sus lectores cada vez reclamaban más su escritura, estaban deseosos de leer algo nuevo cada semana y no era fácil mantener el ritmo y sus ansias de saber que pasaría con Alicia o si la historia continuaría o tomaría otro rumbo muy diferente al que ellos imaginaban.

Cada vez disponía de menos tiempo, pero aún así su ilusión por el proyecto que había comenzado hace cosa de un año aproximadamente, no disminuía. Las ideas se le agolpaban en la cabeza sólo faltaba ordenarlas y plasmarlas en folios. ¿Mantener la intriga? ¿Empezar algo nuevo?. Hasta hoy, el camino emprendido les gusta así que continuemos…. ¿Qué sendero seguimos?

*

jueves, 5 de marzo de 2009

Encuentros


Estaba algo nerviosa, no quería que nada saliera mal, era su primer día. Paula ya se había encargado de darle instrucciones básicas acerca del funcionamiento de la centralita, el control de entradas y salidas, del archivo y el programa que ambas manejarían, aún así, al estar las dos juntas, si en cualquier momento le surgía alguna duda, no habría problemas para preguntarla.

Su puesto de trabajo parecía agradable, estaban situadas a la entrada del edificio principal, tras un mostrador que apenas dejaba ver sus torsos cuando se encontraban sentadas, contaban con auriculares para responder al teléfono y así tener las manos libres para poder manejar el ordenador o escribir los recados, también debían llevar puesto el uniforme característico de la marca, consistente en un traje de falda y chaqueta color azul celeste, una blusa blanca y zapatos negros.

jueves, 19 de febrero de 2009

Relevo Generacional

Llegó a Barajas desde el aeropuerto de Heathrow sobre las 13:20 hora española.

Le dio mucha rabia llegar tan tarde, al fin y al cabo no le quedaba demasiado tiempo. Mañana a las 10:00 tenía que coger otro vuelo hacia Sevilla, y eso le dejaba solo unas horas para volver a reencontrarse con la ciudad que le había acogido hacía tanto tiempo. Y a su edad, su ritmo no era el de antaño.

Poco podría entonces visitar de Madrid, la ciudad que fue su hogar durante tantos años. Mientras tomaba el largo pasillo de trasbordo entre las líneas 8 y 6 en Nuevos Ministerios, se dio cuenta de que todo había cambiado, y que la poca tranquilidad que hacía apenas quince o dieciséis años se apreciaba ya había desaparecido casi por completo. Bueno, no es que se diferenciara mucho del Londres actual, pero después de tirarse en Southampton todo este tiempo el ajetreo le era ya algo casi desconocido.

domingo, 25 de enero de 2009

Tregua

Después de la escena que habían ofrecido ambos, tanto Alicia como Raúl, estaban consternados. Alicia se encerró en la habitación llorando, tiró la ropa que había adquirido con Máximo en la silla del escritorio y se abalanzó sobre la cama. Las lágrimas brotaban por su rostro sin consuelo.

 - ¿Pero qué estará pensando sobre mí?, yo no he hecho nada malo, ¿por qué me recrimina así?, ¿qué le pasa? Parece como si estuviera celoso, por lo que puedo deducir le ha molestado que me fuera con Máximo y no me quedara con ellos el resto de la sobremesa. ¿Qué hago ahora? – se repetía Alicia.

Raúl se había ido furioso a su habitación, Toni intentó en varias ocasiones hablar con él pero desde dentro le gritó que le dejara, que no quería ver a nadie, incluso se cerró por dentro, cosa que nunca hacía, a no ser que estuviera acompañado y quisiera algo de mayor intimidad. Toni empezó a elucubrar si aquella noche que había estado en casa de su hermana habría ocurrido algo entre ellos dos y por eso ahora estaban así, era la única explicación que tenía todo aquel atolladero.

domingo, 4 de enero de 2009

El Paso del Tiempo

-->
Era su último día. Tres décadas de su vida invertidas en el que Ramiro siempre reconocería como el mejor hotel de Madrid, y probablemente del de España. La verdad, no le importaba que esa afirmación fuera mentira, era lo que él sentía en su interior desde la primera vez que puso su pie en el hotel, aun en época de Franco.

Encargarse del mantenimiento del hotel siempre fue su gran pasión, aunque tenía que reconocer que en los últimos años se había quedado muy caduco con las nuevas tecnologías, por eso se jubilaba con solo sesenta años. Total, lo que le quedaba de existencia tenía pensado pasarla en el bungalow que había comprado en La Mata. Él quería un retiro lo más tranquilo posible, y Sofía tenía ganas de alejarse del a la vez infernal y divino bullicio de Madrid. Por tanto, no sería este su último día como trabajador en el Palace, sino también la última vez que lo vería con vida.