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Blog oficial de la escritora Raquel Sánchez García
"Escribir es mi vida y mientras exista una persona a la que mis letras le entretengan, pondré todo mi empeño en intentar convertirme, a través del papel, en un complemento de su felicidad" (Raquel Sánchez García)

"El mundo está lleno de puertas cerradas y nosotros nacimos para abrirlas todas" (Matilde Asensi)

Obras publicadas de Raquel Sánchez García

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viernes, 11 de mayo de 2012

Pensamientos locos de Raquel Sánchez

Encontré a Raquel en uno de mis grupos favoritos de Facebook, dedicado a reseñar y comentar libros. Ella estaba allí moviendo su obra “abrazando el Olvido”, en busca de llegar al público que es lo que en realidad se pretende cuando una se decide a firmar y poner a la venta un encuadernado. Para esto hace falta un gran valor, las letras nos exponen a la crítica y juicio de, esperemos, miles de ojos y además las personas que lo hacen solas, sin un sello detrás, guiadas sólo por la ilusión y la tenacidad, merecen todo mis respeto.

Es para mí un placer que me haya cedido este Editando! Gracias.



Pensamientos Locos


Eso es a lo que me enfrento cada día cuando tengo un folio en blanco delante.

Las palabras se agolpan, quieren salir solas, pegarse al papel para hilar historias que hagan volar la imaginación de quien lo lea.

No sé muy bien porque me he convertido en escritora, si es que puedo atribuirme ese nombre ya.

Es raro ¿verdad? La mayoría tiene claro a lo que se dedica, en cuanto les preguntas, y sabe, con total seguridad, cuales son sus orígenes.



Yo ya nací así, creo. Así que, posiblemente, viniera con el chip puesto ya de fábrica y se haya activado a la edad justa, en el momento preciso.

Todo comenzó hace años. Lo cierto es que, desde mi más tierna infancia he soñado despierta, imaginando una realidad paralela a la nuestra, hasta que, allá por el año 2007, lo que hasta entonces era una mera afición, se llegó a convertir en mi gran pasión.

Mis comienzos son muy parecidos a muchos de los compañeros de profesión que me voy encontrando por el camino., con lo que no voy a contar nada nuevo que no se sepa ya.

Abrir un blog, en una tarde en la que acababa de llegar de hacer una excursión por Madrid, tuvo la culpa de que se despertara en mí el gusanillo que haría introducirme en este mundillo de la literatura.
Empecé por contar mis propias impresiones sobre los sitios que visitaba. Llegó un momento que eso me aburría, así que intenté dar un giro a todo aquello y comencé a escribir relatos. Breves historias que introdujeran una pequeña descripción del lugar en el que había estado ese día. De ese modo, conseguiría llamar la atención de la gente e impulsarles a ir a comprobar si lo que contaba era cierto.

Aquello no era suficiente, me olvidé del turismo y me embarqué directamente en lo que realmente había descubierto: me gustaba inventar y hacer soñar a través de mis letras.

No me lo pensé dos veces.

Tenía muchas ideas, mis pensamientos se habían vuelto locos. Mi ordenador echaba humo. Abría un documento, plasmaba una idea, lo guardaba, abría otro y otro más... Cada día una invención nueva, ¡hay que contarlas todas!, tienen que salir de mi cabeza. Al final, ya creo que he perdido la cuenta, entre relatos cortos y novelas empezadas, que aún están a medias, no sé ni cuantas tengo.

Por fin, un día, terminé una. La entregué a varias personas, conocidos para no variar, para que la leyeran, me criticaran, me crujieran o me alabaran, sin ningún tipo de compromiso ni pudor por su parte. Esperaba opiniones sinceras, sin tapujos, sin pelos en la lengua. A unos les gustó, a otros no. Aún así, todos ellos me apoyaron, me animaron y me dieron el impulso suficiente para auto-publicar mi primera obra, la que terminó titulándose “Abrazando el Olvido”.

De todo eso ha pasado más de un año.




Mi niña, como yo la suelo llamar, se ha hecho mayor, ha volado sola. Ha conseguido llegar muy lejos (Canada, Tokyo, Argentina, México, Italia, España, por supuesto...). Estoy segura que seguirá avanzando, no sólo ella, sino el resto de manuscritos que la seguirán, porque a pesar de que quizá esta no sea mi opera prima y aquella que algún día llame a las puertas de una editorial y la acojan en su seno, habrá otras, aquellas que harán que poco a poco el nombre de Raquel Sánchez García, o “Relatos Jamás Contados” como me conocen en las redes sociales, se abra un hueco en las estanterías de comercios y hogares, ayudaran a que se vaya fraguando el género al que mi persona, con mis manos y mis ideas, se adapte mejor y haga vibrar a la gente cuando me lea y quiera y me pida más.

Escribir no es mi profesión, me encantaría poder dedicarme a ella de lleno pero, tengo que ser realista. Esto no es lo que me permite comer todos los días, el pagar los recibos, la letra del piso y los pequeños caprichos que me doy para disfrutar de la vida un poco. Quizá algún día me tope con mi hada madrina, esa que sé que está por ahí perdida buscando el camino que la conduzca hacía mí pero, por ahora, mi sueño ya se ha cumplido.

Escribo porque me gusta. No busco la fama, esa, si tiene que llegar, llegará sola cuando tenga que hacerlo. Paso a paso voy siendo conocida y mis escritos son leídos, criticados y apreciados, con eso, para mí, ya es suficiente.

Para bien o para mal, esto es lo que a mi me llena, me hace feliz, disfruto con lo que hago y continuaré con ello hasta que llegue el día que me canse, aunque dudo mucho que eso pueda llegar a ocurrir porque escribir es mi vida y mientras exista una persona a la que mis letras le entretengan, pondré todo mi empeño en intentar convertirme, a través del papel, en un complemento de su felicidad.



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